miércoles, 12 de agosto de 2009

...el lado sensible de la vida



I

Seguí tu rastro hasta los confines del universo. Y hasta allá seguía estando presente. Entonces cometí el error de dar el siguiente paso.

II

Hay muchas formas de llorar, pero están en esta lágrima.

III

Te busqué por acá, por allá... siempre tarde. Cuando ya no supe dónde más buscarte, lo intenté en el más allá. Y tú te acababas de marchar.

IV

Me sentí fascinado por aquel amanecer, porque fue pura magia. Aunque hubiera visto muchos otros antes, ese día ya no me correspondía verlo.

V

Cuando entré en mi habitación para dormir, mis sueños ya estaban allí.

2 comentarios:

vertolan dijo...

Hola amigo, me he permitido señalar esta entrada, asi como tu blog en el mio, espero que me permitas hacerlo, si no fuere asi dimelo y retiro la reseña.
un saludo

Anónimo dijo...

Todos los momentos tienen su momento. Y nosotros estamos atrapados en los momentos.
A veces puede ser bueno escapar de nuestros momentos y asomarse a otros distintos.
Como los personajes de tus libros agitados.