martes, 10 de marzo de 2009

Salitre

Cuando por primera vez vio el mar, pudo comprobar que su sabor era idéntico al de las lágrimas que le caían de la emoción.

2 comentarios:

Oriana P. S. dijo...

Pero la sensación dulce de la alegría sabía igual al beso que le dio a quien le llevó a ver el mar...

Javier López dijo...

Todo tiene su aquéllo...
Besos Oriana!.