Desde que llegó el nuevo inquilino, se sintieron incómodos en aquella vitrina. La muñequita de cristal, el trompetista de porcelana, veían como el jarrón los miraba por encima del hombro. A él siempre le echaban todas las flores.
Publicada en Minificcionario.
Mitología uitoto, Vaupés I
-
Era la nada, no había cosa alguna. Allí el Padre palpaba lo imaginario, lo
misterioso. No había nada. ¿Qué cosa habría? Naainuema, el Padre, en estado
de t...
Hace 6 años
1 comentarios:
Pues ahora las flores te las echo yo a ti, éste está muy, pero muy bueno. :)
Publicar un comentario