En aparente calma la noche se derrama por las calles
por las alcantarillas huecas por los ríos
por las praderas llanas y las montañas rotas
por el mar
por tus ojos tus senos y tu espalda
de pronto te ensombrece me miras a la cara
y veo en ti el certero presagio de la magia.
0 comentarios:
Publicar un comentario